LA HORA: Ochoa, el reflejo de la memoria
El acierto de la obra de Tomás Ochoa (Cuenca, 1965) es el carácter multidisciplinario que ofrece. Literatura, sociología, antropología, semiótica e historia se ven reflejadas en la propuesta estética del artista ecuatoriano, uno de los referentes más representativos del transitar contemporáneo.
El acierto de la obra de Tomás Ochoa (Cuenca, 1965) es el carácter multidisciplinario que ofrece. Literatura, sociología, antropología, semiótica e historia se ven reflejadas en la propuesta estética del artista ecuatoriano, uno de los referentes más representativos del transitar contemporáneo.
Pasado y presente –que invitan a reflexionar sobre el futuro- son los tiempos que nutren la mirada de Ochoa, una mirada que se sustenta en las lecturas, investigaciones y experimentación artística, lo que repotencia los trabajos que ofrece, tanto en forma como en concepto.
En esta ocasión, el artista, quien ha participado en las bienales de Venecia, Osaka y Cuenca, provoca aquel juego que Lewis Carroll propiciaría con su ‘Alicia en el país de las maravillas’ y con ‘A través del espejo y lo que encontró Alicia allí’: que no solo la niña traspase el espejo sino que el lector sea quien busque reflejarse y dé el salto.
Justamente, imposible no introducirse en el diálogo que invita su libro ‘Espejos con memoria’ (Ediciones El Apuntador), así como la exposición homónima que continúa en Arte Actual de la Flacso.
Si bien el libro es un amplio recorrido del trajinar de Ochoa, la muestra se constituye como una síntesis ideal para conocer su propuesta. En términos cuantitativos, no podría hablarse de una exposición antológica, aunque en términos cualitativos reúne todo para serlo: ¿acaso una antología no recoge lo más significativo de un autor?
En fin, el público se puede encontrar con series simbólicas, que apelan al abstracto, como sus ‘Fractales’ (una metáfora de las relaciones que se tejen entre grupos sociales), así como aquellas donde el ser humano encarna las telas. Así aparecen ‘El punctum’, ‘Pecados originales’, ‘Libres de toda la mala raza’, ‘La soga de los muertos-Reiniciar’. Esto último, lo más reciente de su obra, donde trabaja con wito, sangre de drago y acrílicos.
También están las 12 impresiones en vidrio y un video (instalación), titulado ‘Indios medievales’, una relectura de las movilizaciones humanas, donde la suerte de nuestros coterráneos (líderes indígenas, como Túpac Amaru, y migrantes) parece estar en vilo debido al poder que ejecutan las ‘sociedades dominantes’.
Sin duda, una de las técnicas empleadas por el artista, donde por medio de cordeles traza sus dibujos –aludiendo a los quipus incaicos- y con pólvora levanta la flama de la creatividad en sus telas, cautivarán al público, que puede seguir de cerca este proceso gracias a un video que acompaña a los cuadros de ‘Libres de toda la mala raza’.
Historiador desde la imagen, ironizador de los poderes, desmontador de discursos, cuestionador de temas como la identidad y el racismo, Ochoa traza la historia con fuego para cristalizar un espejo en el cual podemos reflejarnos.
http://www.lahora.com.ec/index.php/noticias/fotoReportaje/1101767277#.VVoazRffOK7