LA SOGA DE LOS MUERTOS: REINICIAR

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Wito, Sangre de Drago, Ayahuasca & Acrylic on canvas
/ 140 x 180 cm each / 2014

 

suritiak

 

[Spanish]
Esta serie es una revisión de fotografías de archivo atribuidas al antropólogo francés Paul Rivet, las cuales fueron tomadas a principios del siglo XX en Archidona, población ubicada en la Amazonía ecuatoriana. Dichas fotografías retratan a personas pertenecientes a la etnia kichwa y fueron hechas con fines investigativos y clasificatorios, sin embargo develan una mirada y unas formas de representación acorde a la lógica del poder y el control coloniales además de que en ese momento estaban vigentes los discursos antropométricos y fisiognómicos según los cuales se podría clasificar el carácter, las pasiones y hasta los atributos morales de las personas de acuerdo a su fisonomía. De este modo se asentaban los estereotipos y la subalternidad de grupos humanos que no correspondían al modelo occidental.

El traslado que hago de estas imágenes de procedencia fotográfica a un medio diverso es un ejercicio de reposición. Al ampliar estos retratos, desde sus minúsculos daguerrotipos originales hacia grandes formatos, intento recuperar una dignidad usurpada. Era una práctica común que los expedicionarios europeos prescindan de los nombres de estas personas designándoles con el genérico de la etnia a la que pertenecían. En este cuerpo de obras restituimos sus nombres. Para la elaboración de estas pinturas hemos usado procedimientos y materiales que provienen de la zona en donde fueron tomadas dichas fotografías. Hemos contactado a descendientes de estas personas, quienes nos han introducido a sus saberes ancestrales; en el uso de plantas con fines rituales y medicinales como la ayahusca¹; en la elaboración de tintes a partir del wito, usado por los indígenas amazónicos para pintar sus cuerpos; o la sangre de drago, para curar sus heridas.

Estos son los materiales con los que hemos pintado esta serie. En este punto cabe reflexionar sobre el uso crítico de la pintura que en este caso se expande de lo meramente representacional hacia una restitución simbólica y puesta en valor de saberes ancestrales que han devenido marginales. Hemos contado con la valiosa guía de los Yachak (hombres sabios) Elías y Benjamín Mamallacta quienes, bajo los efectos del ayahuasca practican una pintura usando un peculiar procedimiento auto-generativo el cual hemos intentado reproducir para representar la planta del ayahuasca o “soga de los muertos” Waler Benjamin en su célebre ensayo sobre la reproductibilidad técnica de la obra de arte postula su desauratización. En este proyecto intento una vuelta más de tuerca sobre ese postulado. Me pregunto si estas fotografías que podrían ser reproducidas ad infinitum con los medios mecánicos o digitales, al ser trasladadas a la pintura y usando los materiales y procedimientos que he señalado si acaso implican una re-auratización de la imagen inicial o mas bien la reposición del aura de quienes fueron menguados de su ser.

1. El Ayahuasca produce un estado alterado de conciencia. Su potencial curativo en enfermedades mentales reside en la capacidad que tiene de provocar un reseteo o reinicio de las sinapsis o conexiones neuronales.